domingo, 17 de enero de 2010

HAITÍ
Este año 2010, al menos hasta ahora, ha traido más desgracias, cosas desagradables, situaciones horribles y malos augurios que cosas agradables y esperanzadoras o, como mínimo, simpáticas.

El terremoto de Haití, el segundo país que alcanzó su independencia (1804) en el continente americano tras Estados Unidos, es sin duda, el desastre más terrible que ha sucedido en lo que va de año.

Un país que sufrió a manos de Francia uno de los esclavismos más salvajes de su época hasta la abolición de la esclavitud en el año 1794 gracias a la Revolución Francesa, no tuvo suerte con la independencia. Su primer dirigente, Jean Jaques Dessalines, se coronó como emperador de Haití, siguiéndole otros "reyes" y "emperadores" igual o más brutos. Ciertamente el pueblo haitiano salió de la sartén para caer en el fuego.

Desde 1915 a 1934 estuvieron bajo la ocupación militar de EE.UU que, por lo visto, a lo largo de 19 años, no pudo o no le interesó modernizar y culturizar a aquellas gentes.

En 1957 apareció François Duvalier, papá Doc, un espantajo experto en vudú que en lugar de hacer prosperar al país terminó de sumirlo, con la ayuda de sus tonton macoute, en la mayor de las negruras de superstición, corrupción y terror durante 14 largos años.

Por si no fuera suficiente, al infame dictador François le sucedió su no menos corrupto e infame hijo Jean-Claude Duvalier, que "reinó" desde 1971 a 1986, año en que se retiró con sus millones robados a Haití a una lujosa residencia en Francia, por otro lado, gran protectora de gobernantes asesinos y sátrapas de sus ex-colonias (Idi Amin Dada, El Emperador Bokassa, etc.). Justo premio a los favores recibidos de ellos durante sus "reinados", aunque fuera a costa de la sangre, pobreza y enfermedad de los desgraciado "súbditos". Mr. Valèry Giscard D'Estaing sabe bastante de favores recibidos por el gobierno francés, uranio, etc., y a título particular, diamantes, etc., y todo a cambio de la protección política y militar de Francia durante sus "reinados" de terror. Menciono a Mr. Valerio, ya que no dispongo de más información, aunque supongo que proteger asesinos "productivos" y amigos, es una práctica común de los gobiernos, en este caso franceses.

Desde 1986 aquí, un verdadero desastre. Haití parece que nació para garantizar el eterno sufrimiento de sus, desgraciadamente, incultos y supersticiosos hijos. Parece como si sus dirigentes a lo largo de 200 años, sólo hubiesen deseado mantenerlos en la más mísera condición, incultos, supersticiosos y cuanto más desgraciados mejor, para así poder manipularlos más facilmente. No hay derecho.

Me da la impresión de que a los políticos en general, aparte de su poder, su bienestar, su riqueza y, sobre todo, ellos mismos, el sufrimiento del Ser Humano, pese a sus grandilocuentes y "humanos" discursos, les importa un pito.

Ojalá que esta desgracia de la pobre Haití, sirva para que el mundo se entere de que existe tanta desgracia, les ayude y, puedan salir de una vez de ese pozo en que se encuentran desde hace tantos años. Con lágrimas y sufrimiento ya han pagado suficiente precio.

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